Santo Domingo.-La artista
visual Amy Hussein trae a escena "WickedGames", su segunda muestra
individual, presentada simultáneamente en la Alpargatería y en el Art Boutique
de Casa Quien, del 17 de diciembre hasta el 17 de enero, 2016.
La artista define sus obras como la respuesta a una serie de experiencias
personales y de intimidad altamente inestables y poco saludables, que trajeron
a colación una serie de cuestionamientos sobre los rituales de enamoramiento de
su generación.
Manifiesta que esta propuesta “inició como una búsqueda de sentido a lo que
estaba experimentando y en cierta medida, como un auto-exorcismo. Tras una
serie de exploraciones, se me hizo aparente que hoy día entramos
voluntariamente en acuerdos de "uso" para beneficio mutuo. Sin
embargo, al instante en que el "acuerdo" no es conveniente para una
de las partes, éste se anula instantáneamente”.
Hussein plasma a través de diversos medios, y desde su experiencia, como
las relaciones interpersonales se han tornado impersonales y distantes, donde
los sentimientos son considerados "fuera de límites" y/o
complicaciones molestas, no deseadas.
“Nos hemos convertido en expertos en reprimir nuestras emociones, porque no
queremos "perder" o parecer "perdedores" (uncool). Esta
noción perpetua el comportamiento de que cuanto más distante, frío y
desinteresado nos volvemos, más deseados somos.”
En el sentido general de la muestra, Amy realiza una cuestionante sobre la
forma de ver o actuar en el amor, a lo que responde, “puedo afirmar con certeza
que, de cierto modo, todos nos hemos sentido reemplazados, desechados o no
amados antes, y estas piezas se convirtieron en mi único "mecanismo de
defensa" para sobrellevar una situación malsana en la que me encontraba”.
Sobre WickedGames
La serie tiene un fuerte enfoque estético inspirado por los grabados
japoneses sobre madera (ukiyo-e), el animé, los videojuegos y la cultura pop.
Se pueden encontrar algunos elementos recurrentes,
como la flecha, que se utiliza para denotar su capacidad de perforación, tanto espiritual
como sexual.
La muestra está pensada para funcionar de forma interactiva, desde el
performance, una aplicación, juegos electrónicos y físicos, entre otras, donde
el espectador se convierte en parte del discurso con su interacción, al mismo
tiempo que modifica la obra.
Algunas de las nociones exploradas en la muestra siguen el concepto de la
"idealización" del amor, o de una "persona perfecta hecha a la medida
solo para nosotros”, donde se idealiza tanto a alguien que se enfoca el
bienestar emocional en si puedes o no "conseguirlo", como si fueran
objetos. Esta teoría presume que alguien fuera de ti tiene un poder inmenso
sobre tu estado emocional y solo esa persona puede hacerte feliz.
“Mi opinión es que la persona perfecta no existe y esto en realidad una
fabricación fantásticacreada por nuestra necesidad desesperada de sentirnos
amados o encontrar el "amor verdadero". Muchas veces solo estamos
preocupados por encontrar a la persona que sentimos encaja perfectamente en
nuestro "ideal", en vez de simplemente sentir” resalta Hussein.
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