La etapa de incubación inició a mediados de
marzo, luego de evaluar alrededor de cincuenta iniciativas presentadas durante
el desarrollo de Hueco Caribe, un programa que lleva a cabo el MICM y la ONG
Cives Mundi, con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional
para el Desarrollo (AECID).
Este sábado se realizó el último taller
presencial y los participantes tendrán hasta el 15 de julio para entregar sus
planes de negocios de manera digital; luego, la empresa que dirige la
incubación, Jump Startup, dará soporte para que inversionistas se interesen en
los proyectos e inviertan capital de trabajo.
Laura Ovalle, coordinadora de Emprendimiento
social del MICM, señaló que se prevé que Hueco Caribe finalice en diciembre y
su meta es activar el ecosistema de emprendimiento social en el país, así como
dejar más de treinta proyectos listos para operar y noventa personas
capacitadas para hablar del tema.
Agregó que el proyecto busca promover el
derecho al trabajo de forma igualitaria entre hombres y mujeres, aumentar las
fuentes de empleo en poblaciones vulnerables, tales como los jóvenes y las
mujeres, y mejorar la generación de ingresos.
Mentor asegura ronda de inversión será buena
Fellito José, uno de los mentores del
programa, dijo estar seguro de que inversionistas se interesarán en muchos de
los emprendimientos que se mostrarán “porque son muy buenos y tienen gran
potencial de ser sostenibles”.
En ese sentido, habló sobre algunas de las
propuestas de negocios, entre esas una aplicación llamada MiAyuntamientoApp, la
cual da solución al problema de comunicación que existe entre los ayuntamientos
y los ciudadanos; además, la aplicación también se puede usar como herramienta
para la administración de condominios.
Asimismo, mencionó proyectos de reciclaje de
botellitas plásticas, cultivo de vegetales de forma sostenible, producción de
abono orgánico y solución de agua potable a comunidades donde escasea.
Con relación a los retos que tuvieron que
enfrentar durante la fase de incubación, señaló que para los participantes,
todo el tema de emprendimiento es algo nuevo; “no nos educan para emprender; la
mayoría pensaba que manejar un negocio era fácil y que solo se necesita dinero
pero no es así, sin las habilidades y conocimientos necesarios, el dinero no
sirve de nada”, enfatizó.
Otro reto fue la elaboración del plan
financiero, por la debilidad que existe en sentido general de aplicar conceptos
de matemática financiera, y los temas de innovación; “somos muy dados a que nos
den todo y nos tiendan la mano; fue un choque darse cuenta de que aquí no se va
a dar nada y de que tienen que sacar de abajo para lograr sus objetivos”.
Por último, atestigua que uno de los mayores
logros del programa ha sido el cambio en la actitud de los participantes y en
sus allegados más cercanos; “tienen mucha más conciencia y están comprometidos
con sus objetivos; se ven a sí mismos como emprendedores sociales y saben que
el dinero es un medio para provocar grandes cambios en su comunidad”, concluyó.

0 comentarios:
Publicar un comentario