SANTO DOMINGO,-Los artesanos y artesanas, así como modistas de escasos recursos que participan del programa Progresando con Solidaridad (Prosoli) lograron ganancias colectivas en más de siete millones de pesos en el 2019 por las ventas de sus creaciones en los 23 puntos y tiendas de la marca país Manos Dominicanas, una iniciativa creada por la vicepresidenta Margarita Cedeño para impulsar la artesanía criolla.
La información la ofreció la encargada de Comercio Solidario de Prosoli, María Lorena Morales, quien puntualizó que las diferentes acciones desarrolladas a través de la marca, que es la primera línea artesanal de familias vulnerables para salir de la pobreza, provocaron un masivo crecimiento, sobre todo en los últimos tres años, que se reflejó en el aumento de la independencia económica, y en especial, en el empoderamiento femenino.
Afirmó que más de 500 familias de escasos recursos producen y comercializan para Manos Dominicanas, lo que se traduce en ganancias para las diferentes comunidades en donde Prosoli ha capacitado a los artesanos. Las piezas son hechas con residuos naturales locales, tomando en cuenta la disponibilidad de las zonas geográficas, tales como: jícara de coco, fibras naturales (lilas), lapidaria, orfebrería y otros.
La iniciativa de la vicepresidenta Margarita Cedeño pone en manos de las familias capacitadas por el programa un instrumento de comercialización que facilita la venta de los productos diseñados. Los artesanos, en su gran mayoría mujeres, han sido instruidos en los Centros de Capacitación y Producción Progresando con Solidaridad (CCPP), con el objetivo de empoderarles y lograr la autonomía económica de ellas y sus comunidades.
Morales ofreció los datos al participar en el Seminario Internacional Herramientas para el Fomento de la Productividad y la Autonomía Económica de las Mujeres en el Sector Mipymes, organizado por el Ministerio de Industria, Comercio y MiPymes (MICM), el Ministerio de Economía Planificación y Desarrollo (MEPyD) y la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional. Contó con la colaboración del MEPyD y de la Asociación Dominicana de Ex becarios de Japón (ADEJA).
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