El ministro de Educación, Ángel
Hernández, afirmó que la educación para la paz sido priorizada en la actual
reforma del currículo dominicano, para que desde la escuela se fomente una
reducción de la violencia en todas sus vertientes y se logre una sociedad donde
prime la comprensión mutua y la resolución pacífica de conflictos.
Al pronunciar un discurso en la 42
Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), que se realiza en París, Francia,
Ángel Hernández dijo que el Ministerio de Educación de República Dominicana
(Minerd) fomenta una educación para la paz socialmente responsable y tomando en
consideración los principios y valores que la definen, y ésta asume la
elaboración y desarrollo de materiales y la formación de docentes para trabajar
los valores propios de esa cultura.
“La UNESCO, como organismo multilateral
de acción mundial, juega un rol estratégico para fomentar y preservar los
valores de la paz como lo ha venido haciendo desde hace ya muchos años. La
revisión de la resolución del 1974 es un paso positivo en ese sentido que
apoyamos plenamente. La educación para la paz no debe exclusivamente basarse en
los temas de la resolución de 1974 en proceso de modificación”, expresó
Hernández en su intervención.
En el acto, también participó la docente
dominicana Gloria Estefany Mella Cuevas, que quedó entre los 50 finalistas del
Global Teacher Price. El ministro Hernández compartió con ella y conversaron
sobre los esfuerzos que lleva a cabo el sistema educativo preuniversitario para
garantizar educación de calidad y oportuna.
Asimismo, el ministro Hernández informó
que el Minerd ha creado Mesas de Diálogo para lograr que los potenciales
conflictos entre el sindicato docente y la administración sean dirimidos bajo este
esquema, y que se procura una gestión más participativa y horizontal.
El ministro manifestó que el derecho a
la educación es parte integral de la Constitución de la República Dominicana
del 2010 y que sus principios, basados en los derechos del hombre y la
democracia representativa, se precisan en los documentos curriculares, en los
que se hace énfasis en una ciudadanía responsable y global.
“Los principios de una educación basada
en los valores de la comprensión y el respeto mutuo entre pueblos y naciones
orientan la propuesta de una ciudadanía respetuosa de los demás y abierta a
otras culturas”, agregó Hernández.
Expuso que la paz es más que principios
éticos de igualdad, equidad, justicia, integridad, tolerancia, diversidad y
dignidad, y debe ser una práctica que contribuya a un mundo y una vida
pacífica, sin guerras. “Hoy, más que nunca, hay que cuestionarse la efectividad
del marco filosófico que sustenta las acciones para construir, vía la
educación, con una paz duradera y sociedades pacíficas”, dijo.
El ministro destacó en ese escenario que
en el sistema educativo dominicano las autoridades se preocupan por la no
discriminación en el acceso por razones de sexo, origen social, nacionalidad,
zona de residencia, o de cualquier otra naturaleza, y que todos los niños
tienen acceso a una educación universal y gratuita provisionada por el Estado,
por lo que “es parte integral de la visión educativa del país”.
Enfatizó que en este sistema se prioriza
una educación igualitaria entre niños y niñas, destacando que, de cada tres
egresados universitarios, por ejemplo, dos son del sexo femenino.
“Hacemos un enorme esfuerzo para lograr
que ningún niño quede fuera de las oportunidades disponibles, incluidos los
extranjeros que viven en situación irregular en nuestro país, que representan
el 8% de la matrícula”, afirmó el ministro.
Asimismo, el ministro dijo que los
recursos disponibles se orientan a fortalecer el aprendizaje en tiempo
oportuno, antes de los 8 años, y que la recuperación del aprendizaje perdido
durante la pandemia es parte de las preocupaciones y prioridades del país.
En su discurso, el ministro expuso,
además, que en República Dominicana se trabaja la educación vial,
medioambiental y la educación sexual para contribuir con la reducción de los
accidentes de tránsito, la deforestación que acarrea daños a la biodiversidad y
la pérdida de fuentes de producción de agua, y con los embarazos tempranos en
adolescentes, aspectos de la vida que también son hechos de violencia sobre los
cuales la educación debe intervenir y fomentar mejores prácticas.
Reflexionó en que para los más pobres
una educación precaria es también otra forma de violencia social; “nos interesa
mejorar la educación pública para lograr mayores niveles de igualdad y
equidad”.
Dijo que en el sistema educativo
dominicano se ha impulsado un código de ética para evitar el acoso de docentes
y administrativos sobre los alumnos y entre ellos mismos. También, un manual de
convivencia para regular las relaciones entre los alumnos en su comportamiento en
los centros educativos y reducir al mínimo los actos violentos, tanto en el
centro escolar como en su entorno.
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